Mañana despertarás y no podré ver
tus hermosos ojos abrirse al mundo, ni ver tu rostro somnoliento entre los
cojines de tu cama pero sí que puedo enviarte mis palabras cargadas de amor, de
anhelo, de dulzura y de miles de deseos hacia tu persona.
Hace tiempo te comparé con un
paraguas, ¿por qué? Porque ambos amamos la lluvia, adoramos el invierno con sus
pocas hojas en los árboles, apreciamos una taza de café caliente en una mesa de
cualquier cafetería si nos tenemos uno al otro pero queremos entrelazar
nuestras manos y caminar por la ciudad sintiéndonos uno entre tanta gente.
Quizás por eso mismo recurrí a
esa imagen… eres un paraguas que se diferencia de la muchedumbre que intenta
emular al resto sin querer buscarse a sí mismos, que camina observando todo
como si fuese la primera vez que se muestra ante ti, eres inocente, eres
soñador, inquieto y … perfecto. Es por ello que quiero que recuerdes esto
cuando el día sea tormentoso y oscuro, cuando te notes vacío y apagado… sonríe…
sonríe como si no hubiese un mañana pues con ese mínimo gesto haces feliz a
todos cuanto te rodean.
Sin embargo al ver que
deambulabas solo entre las gentes quise acompañarte en tu camino para poder
disfrutar ambos del mundo bajo la lluvia creando mundos.
Shh … escucha las gotas a través
de la ventana… ¡Llueve! Hoy el cielo llora de nuevo porque te echa de menos.
Regresa pronto con una sonrisa.
Y este es un corto de estos dos paraguas que se enamoran a primera vista , se buscan entre sí para acabar juntos en una cafetería bajo una noche lluviosa...¿ A que te recuerda?
Feliz despertar mi bello ángel. Te amo, te amo.