Mis penas, olvidadas y descalzas bailan entre las motas polvorientas junto a is sombríos miedos. Con formas fantasmagóricas giran alrededor mía burlándose de mi humilde condición de mortal.
Les grito que paren mas ello acrecienta su perverso juego que parece no tener fin...
El tiempo transcurre resignado ante mi impaciencia , deseo acabar con el enigma planteado pero la respuesta que consigo es vaga y ambigua " tu tienes la llave"
Niego la evidencia , pues por mucho que las aleje de mis escenarios mentales ellos siguen bailando cada día ante mi y ahora, resignada ante lo inevitable , convivo con mis pequeños dramaturgos pues mi final se acerca y el crepúsculo de mi acto ...acaba de terminar...
¡ Bienvenidos al teatro!
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