Ayer, entre maletas que puedo encontrar depositadas ( o
esturreadas) por mi habitación , me fijé en un libro que hacia bastante tiempo
no cogí y el cual no me enfrasqué en su desmenuzamiento. A veces dejamos las
cosas...personas... ideas... en el olvido... o eso decimos que hacemos solo
para que la otra persona no sepa que aún sigues pensando en ella ,que aún la
recuerdas y que te emocionas con sus canciones...
El libro , este breve poemario , fue escrito por FATENA AL-
GURRA.
Fatena nació en Gaza y es licenciada en Literatura Árabe. Ha
trabajado como voluntaria en diversos proyectos para la defensa de los derechos
de la mujer palestina . Ha sido presentadora de programa radiofónicos y
corresponsal de cultura para la agencia de noticias (Wafa). Además ha publicado
los poemarios " Todavía el mar entre nosotros" ( Ramallah.
2000) y Una mujer muy sediciosa (El Cairo,2003)... sus textos
han aparecido en recopilaciones y han sido traducidos al italiano ( In
un mondo senza cielo : antologia della poesia palestinese - Florencia
2007-). A causa de la situación en Gaza, y de las constantes amenazas y
humillaciones que recibía por defender los derechos de la mujer mediante la
palabra , a finales de 2008 se exilió a Egipto. Desde Noviembre de 2009 , vive
en un centro de acogida para refugiados políticos en Bélgica.
ESCENAS COLGADAS AL
PRINCIPIO DEL SILENCIO
Me iré lejos
, allá donde el desierto me grabe sus himnos de agonía en la palma de la mano
Y donde las
mujeres que perdieron su tiempo ante el fuego de arcilla
maquillen
mis mejillas con aceite de amor
Me iré hacia
ti como un espacio que vive en el exilio de su cuerpo.
Pasaré cual
presencia que ordena la inquietud de las uñas y los altos talones.
Pasaré como
rosa cortada de un texto faraónico
que escondió
Nefertiti tras sus pechos y a la escarcha se dio.
Pasaré
...pues el aire está ahíto de vacíos y preguntas.
Lejos me
quedaré
en donde la
visión se forma al máximo , a la mitad de la respuesta
pendiente
cual pestaña , acabando en los pliegues de una doncella andalusí
a quién él
dijo:
Cariño,
sé tú como la sombra ... fina lluvia de espíritu
sé así,
como tú eres, una hojita de espíritu o lluvia de rocío
Ella:
Escribiré
mi moallaqa en el muro de una mariposa y mi deseo desataré.
Un dibujo en
el muro me encerró para el macho
mordiendo mi
presente silencio y escondida presencia
tragándose
perplejo mi dolor, llevándome como genio hechizado a descubrir.
Nos encerró
el lugar, nos observó.
Avanzan los
detalles revelándonos imposibles, acoplando estrellas con espacios.
Lame él los
restos de un delicado cuerpo moribundo y empieza a penetrarlo:
hay muy poco
hasta el pecado coronado de ardor.
Penetrar fue
un niño inexperto que encontró una mujer perdida
en los
espacios de las lágrimas , la experiencia de la mano y de la lengua.
Me iré con
las mujeres que perdieron su último momento tras el horno de leña en un pueril
recuerdo.
Con el aire me iré
Excusas... Solo excusas. Es lícito ponérnoslas para no continuar con un libro, para no llevar a la práctica una idea, no tanto para no cumplir una obligación... Pero son inaceptables para olvidarnos de la gente.
ResponderEliminarPersonas como Fatela Al Gurra no se ponen excusas y no se olvidan de las personas, de la Humanidad con mayúscula, y por eso tienen que refugiarse, huír de quienes desdean un mundo donde nadie se acuerde de nadie, donde la individualidad venza a la entrega... Un mundo, en definitiva, fácil de dominar.
Qué ganas tenía de que volvieras a escribir, musa mía.